VICTOR ZAMMIT
Un abogado presenta el caso de las otra vida

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16. Las Correspondencias Cruzadas

'La más convincente prueba de la realidad de la vida póstuma jamás puesta en papel.'
Colin Wilson

Un argumento recurrente en la investigación psíquica es que la información producida por los mediums como evidencia de la vida póstuma pudiera haber venido del subconsciente del propio médium o de la lectura de las mentes de quienes participan en las sesiones.

Sin embargo la investigación psíquica en la cuestión específica del papel que juega la parte inconciente de la mente ha sido exitosa en demostrar que en el caso de los médium genuinos su inconciente no tiene nada que ver con la información transmitida desde la vida póstuma. Tampoco la 'telepatía' de los participantes hacia el médium tiene nada que ver.

Las 'Correspondencias-Cruzadas de Myers' ya se han convertido en evidencia clásica en favor de la supervivencia y han ayudado a persuadir a muchas personas de la realidad de la vida después de la muerte biológica.

Frederick W.H. Myers (foto a la izquierda) era un escritor y erudito Clásico de Cambridge a finales del siglo pasado. Él también fue uno de los pioneros fundadores de la Society for Psychical Research (Sociedad para la Investigación Psíquica) y estuvo involucrado en investigaciones sobre la vida póstuma. Durante su vida él estuvo particularmente interesado en encontrar una forma de probar que la información transmitida a través de los mediums no podía haber venido de sus propios subconscientes.

El método que el ideó se conoce como correspondencias-cruzadas —una serie de mensajes a diferentes mediums en diferentes partes del mundo tales que por si solos no significan nada, pero que cuando se ponen juntos adquieren significado. Él y sus colegas dirigentes de la Sociedad para la Investigación Psíquica consideraron que si tal cosa se pudiera realizar tendría un gran 'valor probatorio', es decir sería una prueba de alto nivel a favor de la continuidad de la existencia.

Después de su muerte en 1901 más de una docena de mediums en diferentes países comenzaron a recibir una serie de notas incompletas a través de escritura automática firmada por Frederick Myers. Más tarde aparecieron notas firmadas por sus colegas dirigentes de la Sociedad para la Investigación Psíquica, Profesor Henry Sidgwick y Edmund Gurney, quienes también habían fallecido.

Las notas eran todas sobre oscuros temas clásicos y no tenían sentido por si mismas. Pero cuando a los mediums se les dijo que contactaran una dirección central y las notas fueron ensambladas, se acomodaron como piezas de un rompecabezas. En total, más de tres mil notas fueron transmitidas por más de treinta años. Algunas de ellas tenían más de cuarenta páginas de largo escritas a máquina. En total se llenaron 24 volúmenes y 12,000 páginas. La investigación duró tanto tiempo que algunos de los investigadores, tales como el Professor Verral, murieron durante el proceso y comenzaron a comunicarse ellos mismos.

Los mediums utilizados por Myers y los demás desde la vida póstuma no eran profesores de los Clásicos. Ellos no eran muy educados y todos los mensajes transmitidos estaban fuera de su conocimiento adquirido y de su experiencia. En una ocasión una de las mediums, la Sra. Coombe-Tennant, estaba conduciendo una discusión usando 'escritura automática' entre la entidad espiritual del Profesor Sidgwick y su colega vivo G. W. Balfour sobre la 'relación mente-cuerpo', 'epifenomenalismo' y el 'interaccionismo'. Ella se quejó amargamente de que no tenía idea de qué estaban hablando y se disgustó mucho porque se le pidiera transmitir semejantes cosas tan difíciles.

Myers dijo que era extremadamente difícil transmitir sus mensajes desde el mundo de los espíritus a través de los mediums. El describió este proceso como:

…estar parado detrás de una hoja de vidrio escarchado el cual nubla la vista y amortigua el sonido dictando débilmente a una secretaria renuente y un tanto obtusa (Wilson 1987: 176).

La información transmitida en los experimentos de Myers era tan precisa que asombraba a los miembros de la Sociedad para la Investigación Psíquica. En cierto momento los que investigaban las Correspondencias-Cruzadas de Myers contrataron a detectives privados para poner bajo vigilancia a la Sra. Piper, una de las mediums involucradas. Los detectives privados abrieron su correspondencia, la siguieron e interrogaron a los amigos y personas con las que ella habló. Todas las investigaciones probaron que ella era inocente de fraude o conspiración o truco.

La evidencia es absoluta. Todos los documentos originales están archivados y hay al menos ocho copias en existencia para que cualquier investigador pueda estudiarlas. Para aquellos que tienen la iniciativa de investigar, hay suficiente información disponible. Y aunque para el investigador de las Correspondencias-Cruzadas de Myers tanta información disponible puede ser un desafío, la recompensa es la prueba evidente de la existencia de la vida póstuma.

Una persona que se tomó el tiempo para estudiar en profundidad las Correspondencias Cruzadas fue el, anteriormente seglar, humanista Colin Brookes-Smith. Después de su investigación el declaró en la Journal of the Society for Psychical Research (Revista de la Sociedad para la Investigación Psíquica) que la supervivencia ya debía ser considerada como un hecho suficientemente bien establecido más allá de cualquier duda razonable. Aun más, él argumentó que su conclusión no debía ser mantenida en la oscuridad de los registros investigativos sino que debía ser presentada al público como:

Una trascendental conclusión científica de primera importancia para la humanidad. (Murphet 1990: 64).

Otra pieza de evidencia muy convincente sobre la vida póstuma fue proveída por una de las mediums quien recibió algunas de las comunicaciones de Myers. Después de su propia muerte en 1956 a la edad de 81 años la Sra. Coombe-Tennant, usando su nombre de pluma de Mrs. Willett, transmitió un largo y detallado libro de recuerdos personales conteniendo increíbles detalles íntimos sobre su propia vida, a través de la médium Geraldine Cummins, quien nunca la conoció a ella ni a sus hijos. Publicado como Swan on a Black Sea (Cisne en un Mar Negro) los escritos de Willet, como también se los conoce, son considerados por muchos, incluyendo Colin Wilson, como:

La más convincente prueba de la realidad de la vida póstuma jamás puesta en papel (Wilson 1987:183).

Colin Wilson, un previo escéptico quien ahora es un escritor de fama internacional, también investigó. Él escribe:

Tomados como un conjunto, las Correspondencias Cruzadas y los escritos de Willett están entre las evidencias más convincentes que en el presente existen sobre la vida después de la muerte. Para cualquiera que esté preparado a dedicar semanas estudiándolas, ellas prueban más allá de toda duda razonable que Myers, Gurney y Sidgwick se comunicaron después de muertos (Wilson 1987: 179).

Las Correspondencias Cruzadas de Myers han mostrado exitosamente utilizando el método científico experimental que la información transmitida no procedía del subconsciente del propio médium.

Resulta interesante que en los Experimentos de Scole (ver Capítulo 8) hay un número de pistas y acertijos hechos por las entidades que se comunicaban en relación con la vida y obra de Frederick Myers ?sugiriendo a los experimentadores que los experimentos de Scole fueron una continuación de las Correspondencias Cruzadas (ver el libro de Grant y Jane Solomon The Scole Experiment (El Experimento de Scole), Capítulo 8).

 

 

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25th April 2011
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